Recordando

2 de la mañana… bajo el hermoso cielo en el cual danzan las nubes al compás que le marca el aire y acariciada por el suave viento me remonto a aquellas noches en que mi padre llegaba de trabajar 🙂 y gustaba de que a su lado recorriéramos el cielo en busca de formas caprichosas en las nubes o bien nos daba lecciones de astronomía que por cierto poco entendimos., nos divertíamos tanto con nuestras ocurrencias, cualquier luz en el cielo que mostrara iridiscencia nos parecía un ovni… Creo que siendo niños era como una obsesión ver algo semejante y por fortuna nuestros padres nunca reprimieron nuestra imaginación.
Hace un par de años al anochecer, solía ir con mis cachorritos a tendernos en la placita cercana y formando un círculo tomados de la mano, narrábamos historias creadas al momento, por supuesto cada quien le daba su toque personal, (debí tomar nota de las historias que resultaban del relato en cadena) 🙂 , hoy la inseguridad nos obliga a guardarnos más temprano y hacerlo en casa no es la misma sensación de libertad para los peques así que esa actividad tan divertida y sana se ha sumado a los bellos recuerdos de mi vida 🙂
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